Después de contarles el cuento de Pilocha en la mesa de luz, Irene preparó una nueva actividad para presentarles todas las emociones que Pilocha había ido sintiendo a lo largo del cuento. Recibimos una carta escrita por Pilocha:
La carta venía acompañada de unas tarjetas con la cara de Pilocha mostrando diferentes emociones. Poco a poco se las fuimos enseñando y estableciendo una conversación, tanto de la emoción que creían que mostraba cada tarjeta, como de los momentos en que sienten dichas emociones.
También se fueron dando cuenta de que las tarjetas estaban repetidas y casi sin tener que decir nada ellos mismos propusieron jugar a emparejarlas. Colocamos todas las tarjetas boca abajo y jugamos todos juntos al memori.
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