Una vez limpias las piedras cada enano escogió el color con el que iba a pintar su piedra. Para ello hicimos un borrón de diferentes colores en un folio y escribieron su nombre bajo el color que más les apeteciera.
A continuación cogieron una piedra y escribieron su nombre en ella.
Pintamos cada piedra con pinceles gordos, aunque tengo que reconocer que algún peque pintó la piedra de otro color al que había escogido inicialmente. Pero bueno al fin y al cabo siempre se puede cambiar de opinión jejeje.
Sacamos la piedras a secar al corralito y cuando ya estaban secas las volvimos a meter en clase.
Así están las piedras de momento. En la próxima sesión veremos en qué se convierte cada una de estas piedras. ¡¡Me muero de curiosidad!! jejeje.
Guau Miren como siempre genial y que piedras mas grande, a mi hija le encanta pintar en piedras pero no son tan grandes, y que intriga nos dejas, un besito
ResponderEliminarYa falta poco jejeje. Verás que chulas. Un beso Isa
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