miércoles, 5 de junio de 2019

NUESTRO MALETÍN DE CUENTACUENTOS


En alguna entrada anterior ya he comentado que tengo un maletín de cuentacuentos especial, bueno... especial para mi , claro, jeje. Hace ya casi 14 años que mi padre me regaló este maletín que había llegado a su poder y pensó que seguro que me gustaría y ¡¡vaya si acertó!!. Me contó que era un maletín italiano de los años 50 y que se utilizaba para guardar gorras militares, y en el interior además lleva tres separadores duros para que no se chafaran ni rozaran unas gorras con otras.

Rápidamente pensé en convertirlo en un maletín de cuentacuentos, pues ya llevaba tiempo buscando una caja especial. Desde entonces esa ha sido su utilidad y aunque este verano le toca una restauración para comenzar a usarlo de nuevo con los peques de 3 años el curso que viene y espero que dure muchos años más.



Cuando saco el maletín de su sitio, mis enanos ya saben que vamos a contar un cuento y que vamos a empezar un ritual que les encanta. En primer lugar han de ayudarme a abrirlo "echando unos polvitos mágicos" jeje. Una vez que lo conseguimos abrir, no saben qué es lo que puede salir de él. Ellos nunca han visto el maletín por dentro, bueno alguna ojeadilla por el lateral si que han dado. Pero os cuento y os enseño lo que hay en su interior.



Después saco siempre dos carteles de Maestra Infantil: uno lo utilizamos para colgar en la puerta de clase y el otro me lo suelo colgar yo, salvo cuando el cuento implica que me mueva mucho y entonces se lo cuelgo a algún enano. Y dentro como podéis ver hay un montón de álbumes ilustrados, varios cuentos preparados por mi para contarlos (sin leerlo), y evidentemente un montón de elementos que ayudan a crear magia y misterio: una varita mágica, un antifaz, una nariz de payaso, una bolsa de marionetas de dedo, manoplas de animales y todo aquello que se necesite en cada momento. ¡¡ÉXITO ASEGURADO!!

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