Estos son los pasos que hemos dado. Comenzamos realizando una espiral desde el punto medio de una cartulina blanca. Utilizamos un pincel fino y cada peque escogió el color libremente. La idea que les planteamos fue dibujar la espiral acercando las líneas, pero sin tocarse y muy despacio, sin prisa. Y... ¡¡caramba!! qué maravilla verlos en acción.
En la segunda fase, escogieron dos gomets diferentes pequeños y realizaron unn serie en los espacios de la espiral. Un trabajo muy concienzudo y de mucha paciencia puesto que las espirales habían salido muy largas.
En la tercera fase, pintamos con acuarelas, de un único color, el fondo blanco que rodea a la espiral. Siempre diré que son todo un descubrimiento estas acuarelas de Giotto porque tienen unos colores muy llamativos.
¡Y así de geniales han quedado nuestras espirales!
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