Después de contaros por qué empecé a crear un aula de inspiración Montessori y cómo encaja en mi programación anual le llega el turno a los aspectos básicos y fundamentales que he de tener en cuenta. Vamos a ir analizándolos uno a uno:
- Rol del maestro/a: sin duda, para que cualquier cambio metodológico se lleve a cabo de manera exitosa en el ámbito educativo debe ser realizado por adultos que se encuentren preparados adecuadamente. En el caso de la metodología Montessori no sólo ha sido necesario que me formara en la base de su pedagogía sino también esta dispuesta a desaprender y aprender continuamente. Han sido muchos años siento transmisora de contenidos en muchas ocasiones y he sido la primera que he tenido que aprender a ser simplemente su acompañante y guía. Mis acciones repercuten en la forma de actuar de los niños/as no sólo con lo que digo sino también con lo que hago. Y lo que probablemente más me ha costado es trabajar mi paciencia y aprender a mantenerme al margen de lo que el niño/a está realizando, sin entorpecer sus procesos, confiando en él y sus capacidades puesto que como dijo María Montessori: "Cualquier ayuda innecesaria es un obstáculo para el desarrollo".
- Las/los niñas/os: la doctora Montessori, tras años de investigaciones científicas, se dio cuenta de que los niños/as desde que nacen hasta los seis años (primer etapa de su desarrollo, la infancia) son como esponjas, es decir, que absorben de manera indiscriminada toda la información y sensaciones que perciben. Tiene una gran capacidad para adaptarse a cualquier situación y aprender en base a sus vivencias. Por eso esta etapa es una maravillosa oportunidad de ofrecer materiales que permitan la libre experimentación y potenciar sus sentidos.
También tendremos en cuenta sus periodos sensibles que son momentos específicos en la vida de un niño donde adquieren ciertas capacidades de forma casi inconsciente. Durante estos periodos los niños se sienten atraídos por aspectos concretos de su entorno y les crea una gran necesidad de acción, exploración sensorial y de repetir actividades para dominar habilidades. Estos periodos sensibles tienen un tiempo limitado y óptimo para el aprendizaje. Por esto Montessori defiende que cada niño/a ha de seguir su propio camino y, es contraproducente presionarles para que aprendan algo cuando todavía no están preparados, sólo porque es lo que "toca" según la programación y todos han de aprender lo mismo al mismo tiempo. Debemos respetar sus diferencias en cuando al ritmo de aprendizaje individual.
- Ambiente preparado: debemos crear un aula concebida para satisfacer las necesidades e intereses de nuestros peques en cada una de las etapas en las que se van encontrando. Con mobiliario de su tamaño, materiales manipulativos a su alcance que puedan coger y utilizar cuando lo deseen, donde abunde la luz natural, con espacio pensado para su libre movilidad, un lugar tranquilo, ordenado y acogedor sin estar sobrecargado... El diseño de este ambiente se basa en los principios de simplicidad, belleza y orden.
- Los materiales: en Montessori el aprendizaje se realiza a través de más de un sentido al mismo tiempo, siendo las manos las que manipularás los materiales Montessori diseñados especialmente para que el aprendizaje sea más significativo, desde lo más concreto a lo mas abstracto y desde lo simple a lo complejo, de forma progresiva y motivadora. En el aula hemos combinado materiales específicos Montessori con muchos otros materiales pues como ya he comentado en otras ocasiones mi metodología es mixta y voy utilizando todo aquello que creo que va a funcionar en mi aula y con mis peques.
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