En estas tierras mediterráneas el otoño llegó muy tarde y aunque en el cole comenzamos a realizar actividades sobre esta estación realmente no nos encontramos en esa realidad en nuestro entorno. Una de las cosas que más nos costaba traer al cole en ese momento eran las hojas secas, básicamente porque todavía no había. Pero como todo... el OTOÑO llegó y con él las hojas secas. Y para despedirnos de esta estación que estaba a punto de acabarse durante una semana los peques fueron trayendo al cole hojas secas que fuimos acumulando.
Con todas estas hojas celebramos nuestra pequeña fiesta del otoño. Las colocamos todas en el centro de la asamblea, vimos colores, formas y texturas de las hojas e inmediatamente después pasamos a saltar sobre ellas. Las pisamos todos juntos sin hacernos daño e intentando hacerlo en silencio para escuchar el ruido que hacen las hojas secas al ser pisadas.
Con todas estas hojas celebramos nuestra pequeña fiesta del otoño. Las colocamos todas en el centro de la asamblea, vimos colores, formas y texturas de las hojas e inmediatamente después pasamos a saltar sobre ellas. Las pisamos todos juntos sin hacernos daño e intentando hacerlo en silencio para escuchar el ruido que hacen las hojas secas al ser pisadas.
Una vez que estaban todas hechas pequeños pedacitos lo que más les llamó la atención fueron las tres o cuatro hojas que permanecían enteras. Al juntarlas se dieron cuenta que eran todas hojas que aún estaban verdes y que estaban blanditas. Al terminar la actividad todos estuvieron recogiendo hasta que limpiar toooda la clase jejeje.
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